Una promoción eficaz es aquella que logra alcanzar los objetivos para los que
fue planificada y aplicada.
Para que una promoción alcance dichos objetivos, es conveniente seguir las
siguientes reglas:
- Programar la acción teniendo en cuenta todos los factores.
- Presentar el producto de forma atractiva y destacada a través de presentaciones masivas, apilamientos, alquiler de cabeceras de góndola u otros muebles especiales.
- Guardar un equilibrio entre el precio promocionado, la duración de la acción y el volumen de ventas, evitando roturas de stock y otros imprevistos.
- Publicitar la promoción dentro y fuera del punto de venta.
- Ejercer un control sobre la acción y analizar su rentabilidad.
- Tener en cuenta los límites de la promoción que no están pensados para cambiar hábitos ni fidelizar clientes.
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