lunes, 27 de agosto de 2012

Estrategias para venta.


Por otra parte, la acción promocional supone un plus durante un tiempo determinado,
un incentivo ajeno al producto, que es independiente de otras acciones.
La promoción se desarrolla por la necesidad de diferenciar los productos, de dar
apoyo a los vendedores, y por la influencia de las economías desarrolladas en
las que el elemento juego ocupa un lugar preferente. Presenta al producto en
un contexto imaginario (viajes, premios, etc.) que despierta el interés, aviva la
curiosidad y provoca la adhesión del comprador hacia el artículo o hacia la marca
que le proporciona esta satisfacción.
La promoción por la promoción puede resultar una trampa en la que es fácil caer
por los resultados inmediatos que produce, pero que, a la larga, puede perjudicar
al producto ya que se le atribuye un valor artificial que es sólo temporal.
Lo más desaconsejable en promoción de ventas es dejarse arrastrar por la acción
de la competencia, evitando entrar en lo que se denomina espiral promocional
(promoción agresiva de competidores). Los efectos de esta espiral son la
prostitución del mercado, en la que el cliente compra el producto porque está
promocionado y no por él mismo; y la erosión de los márgenes de beneficio, ya
que se precisan mayores sumas para mantener las cuotas promocionales.
Los efectos anteriores derivan, en ocasiones, en acuerdos entre los fabricantes
para suprimir la promoción de ventas.
La promoción de ventas está regulada por la Ley 7/1996, de 15 enero, de ordenación
del comercio minorista. Según esta ley, las actividades promocionales
son todas aquellas que se realizan en rebajas, ofertas, saldos, liquidaciones, ventas
con obsequio y ofertas de venta directa.

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